Resulta que uno de los magos subió a uno de los tranvías que iba llenísimo a una hora punta e intentó entretener a la gente con sus trucos.
- “Señoras y señores”- gritaba- “Muy buenas tardes.”
Nadie le hacía caso y el pobre hombre había sacado de la nada un ramo de flores. Enfadado porque nadie le hacía caso, les anuncia:
- “Voy a hacer que se eleve este tranvía…¡1, 2, 3!”
Y entonces el tranvía se elevó. Toda la gente asustada le gritó:
- ¡Bájalo, bájalo, por favor!
- “Ahhhh, ¿no se creían que pudiera hacer magia, ¿eh? Si quieren que baje el tranvía, SOPLEN TODOS”.
Toda la gente empezó a soplar y el tranvía empezó a bajar. La gente estaba emocionada y entonces le pidieron otro truco al mago.
Éste les dijo:
- “Voy a hacer que a ese viejito que va con su esposa se le suba el miembro. ¡1,2,3!”
Y ¡ZASSSSSSS! La cosa se le levantó al viejito y los pasajeros al unísono exclamaron:
- ”OHHHHHHHHHHHHHH”
Entonces se oyó la voz de la viejita que gritó:
-¡AL PRIMER HIJO DE PUTA QUE SOPLE LO MATO!
martes, 6 de mayo de 2008
UN MAGO EN EL METRO
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