EL OMBLIGO

Todo sobre el ombligo

Según el Rig Veda, el germen del mundo descansa sobre el ombligo de lo no creado. Antiguamente se pensaba que la estrella polar era el ombligo del firmamento. La Tierra es el ombligo de Dios, según tribus polinesias. Creencias griegas consideraban que el dios Hefestos era el ombligo de lo horrendo, por feo, lisiado y cojo. Algunos ritos le dan categoría al ombligo de eco genital, desde donde reverbera la Creación. Todos los mamíferos tienen ombligo.

El ombligo más célebre del mundo es el del templo de Apolo, en Delfos, que puede contemplarse en el museo de esta ciudad y que ejercía como oráculo. Esto tiene su historia: según la mitología, Hércules soltó dos águilas desde puntos contrapuestos para localizar el centro de la Tierra, que estaría situado justo en el punto donde se cruzaran. Las aves lo hicieron en Delfos, desde entonces, por decreto Herculiano, ese sitio es el ombligo del mundo.

Cuando Alá dio vida al primer ser humano, el Diablo escupió sobre la barriga del bebé, para remediar la agresión, Alá cortó la piel contaminada, dejando un pequeño agujero, así nació el ombligo. Para el profeta Ezequiel el ombligo del mundo era Jerusalén. Otras ciudades también lo son: Petén, y Texcoco, donde se funda la capital azteca. Junto con ellas Milán, Babilonia, Nínive, Cuzco, La Meca y 25 más. 17 puntos geográficos son ombligo-lago, ombligo-caverna, ombligo-manantial u ombligo-isla. En el hinduismo, del ombligo del dios Visnú surgió Brahma. En 12 ciudades musulmanas muchos objetos son considerados ombligos sagrados de algo. En corrientes del budismo, el ombligo es la minúscula gruta donde vive el alma. “El hoyuelo adorable” según Leonardo Da Vinci. “El ojo de la barriga tuerta”, dice un retablo persa.

Desde su ombligo, la Madre Naturaleza puja y nos sopla con fuerza, según los esquimales. El ombligo es usado como vía para realizar operaciones endoscópicas, a través de él los médicos pueden intervenir el útero. El primer trasplante con sangre de cordón umbilical se realiza en 1988. El pircing de París Hilton, engalanando su ombligo, rebasa los 15 mil dólares. Verlo, no tiene precio. Si tiene algo más sobre tan hermosa cicatriz, arrójelo, que hay mucho.

Escrito por: Juan Carlos García

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