Durante la Primera Guerra Mundial, las tropas canadienses fueron transportadas hasta Europa desde Winnipeg, en el este de Canadá. Durante su estancia allí, antes de la partida hacia el combate, el teniente veterinario Harry Colebourn compró un pequeño cachorro de oso negro a un cazador que había matado a su madre. A la madre del oso, no a la madre del teniente, no se equivoquen ustedes. Colebourn puso como nombre al oso Winnipeg, en honor a aquella ciudad, aunque le llamaba Winnie para acortar. 20 dólares fue el precio de aquel cachorro.
Winnie hizo el viaje transatlántico hasta Inglaterra con la unidad del teniente Colebourn, pero cuando las tropas fueron enviadas a luchar a Francia, el osezno fue cedido al zoo de Londres. El teniente intentó recuperar al oso después de la guerra pero le pareció que viviría mejor en el zoo. Por cierto, nuestro teniente visitó a Winnie varias veces en aquel zoo antes de la muerte de esta, porque Winnie era una osa, no un oso.
En el zoo el oso se convirtió en la atracción favorita de Christopher Robin, hijo del famoso autor A.A. Milne. Para quienes no lo sepan, principalmente aquellos que no tengan niños, Christopher Robin es el nombre del amigo humano de Winnie the Pooh, el personaje de ficción. Desde su primera visita con unos vecinos cuando tenía cinco años, el muchacho quedó prendado de la osa y se hicieron tan amigos que los cuidadores le dejaban pasar dentro del recinto.
Aquella primera visita cuando Chistopher tenía cinco años inspiró un poema a su padre A. A. Milne, autor de los libros de Winnie the Pooh y por lo tanto creador del personaje que más tarde hizo famoso mundialmente el universo Disney.
Via curistoria y wikipedia
Winnie hizo el viaje transatlántico hasta Inglaterra con la unidad del teniente Colebourn, pero cuando las tropas fueron enviadas a luchar a Francia, el osezno fue cedido al zoo de Londres. El teniente intentó recuperar al oso después de la guerra pero le pareció que viviría mejor en el zoo. Por cierto, nuestro teniente visitó a Winnie varias veces en aquel zoo antes de la muerte de esta, porque Winnie era una osa, no un oso.
En el zoo el oso se convirtió en la atracción favorita de Christopher Robin, hijo del famoso autor A.A. Milne. Para quienes no lo sepan, principalmente aquellos que no tengan niños, Christopher Robin es el nombre del amigo humano de Winnie the Pooh, el personaje de ficción. Desde su primera visita con unos vecinos cuando tenía cinco años, el muchacho quedó prendado de la osa y se hicieron tan amigos que los cuidadores le dejaban pasar dentro del recinto.
Aquella primera visita cuando Chistopher tenía cinco años inspiró un poema a su padre A. A. Milne, autor de los libros de Winnie the Pooh y por lo tanto creador del personaje que más tarde hizo famoso mundialmente el universo Disney.
Via curistoria y wikipedia
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