Y ¡ojo!, no me refiero a que el tío sea malo, quizás hasta todo lo contrario… si no que utiliza esta materia prima para vender arte. Hoy os traigo dos famosos ejemplos, que yo personalmente desconocía.
El primero de ellos responde al nombre de Piero Manzoni, un artista italiano que sólo vivió treinta primaveras, y que murió en el año 1963. Dos años antes de morir, creó su obra más controvertida: Merde d’artiste, no creo que necesite traducción.
En Mayo de 1961 el artista fué guardando sus propias heces en un total de 90 latas de 30 g. cada una. Las etiquetó y comenzó a venderlas. Se han llegado a pagar hasta 97.000€ por una de sus latas:
Este verano saltó la noticia de que en realidad lo que había en su interior era sólo yeso, pero creemos que ninguno de sus coleccionistas se ha atrevido a abrirla, y la verdad poco creo que importe.
Para subrayar la genialidad de este autor, en 1960 expuso huevos duros a los que previamente había impreso sus huellas dactilares, y posteriormente dejó a los asistentes a la exposición que se los comieran. ¡Todo un personaje!
En segundo lugar tenemos al no menos genial Win Delvoye, con su gran creación Cloaca:Una ingeniosa máquina que ya dispone de varias versiones y ha sido expuesta en grandes museos de todo el mundo:
Cloaca es una instalación que reproduce el proceso digestivo humano a través de 6 recipientes de vidrio conteniendo ácidos y enzimas. La máquina es “alimentada” dos veces por día y una serie de tubos y bombas hace circular los alimentos a través de los recipientes donde es digerida hasta llegar, después de 27 horas, al resultado final: auténtica mierda humana.
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